Escucha el podcast de este episodio

Contenido de este artículo

Te quedas en el papel, porque te cuesta ejecutar...

Seguramente empiezas en enero planificando tu año, pensando qué es lo que te gustaría conseguir y haces una lista larga de propósitos, estás dedicándole tiempo y energía a definir lo que quieres. Pero, el desafío llega cuando termina ese proceso de planificar y te preguntas ¿por dónde empiezo? ¿Cuándo empiezo? ¿Cómo empiezo? Esas tres preguntas se las hace tu cerebro y si no tiene respuesta, se convertirá en una lista de propósitos sin ejecutar otro año más.

Todos pueden pensar en un objetivo o tienen un sueño pero muy pocos son los que realmente ejecutan el plan que creó. Planificar aporta claridad en el paso a paso que necesitas ejecutar para conseguir tu objetivo, pero, tanto el hecho de planificar en forma excesiva como no planificar es una forma de postergar o procrastinar.

¿Por qué tus objetivos se quedan en el planificador?

Hice una encuesta por Stories hace algunos meses y me sorprendió que de mi comunidad el 89% indicaba que lo que más le costaba era ejecutar la planificación.

Yo por naturaleza soy planificadora, amo hacer planes, cuando voy a viajar, un fin de semana en casa, cena con amigos y esto suponía un problema porque necesitaba tener “todo controlado” para ponerme en marcha. Seguro pensarás es una ventaja; nada más alejado de la realidad, planificaba tanto, que jamás tenía un “plan perfecto” por lo que repetía y repetía lo mismo una y otra vez, como nada me servía entonces “postergaba”.

Dicho esto, quiero hacerte una pregunta fácil, ¿Qué vale más para ti el tiempo o el dinero? Seguramente ya tienes la respuesta y has decidido la opción 1 que es tiempo.

Ahora bien te hago una segunda pregunta, ¿Si lo más valioso es tu tiempo, por que sigues procrastinando o dejando en la agenda tus planes?

Esto mismo pregunte en mi comunidad y me contaron que a pesar que planifican todas las tareas y los objetivos que quieren alcanzar, no son capaces de ejecutar y no conocen el motivo.

Planificar demasiado conduce a la preocupación por el futuro y si esto es constante durante un tiempo determinado, causará ansiedad, porque no puedes controlar el futuro, por mucho que lo planees. Lo que si puedes controlar son las acciones que tomas en los próximos segundos y minutos.  

Planificar reduce la incertidumbre porque por un instante tienes el control, la sensación de “ya esta hecho” te da alivio momentáneo y  tranquilidad, el problema es, que lo que te impulse a planificar tiene que ser una motivación fuerte para que la puedas mantener todo el año.

La planificación excesiva/escasa te conduce a la inacción y la planificación excesiva/escasa te hace inflexible.

Llega un punto en la etapa de planificación en el que lo que estás haciendo ya no es productivo, esa etapa se puede identificar claramente, cuando:

– Has cambiado de planes varias veces.

– Nunca estás conforme con lo que planificas.

– Necesitas un plan perfecto.

– Eres consciente que necesitas actuar, pero, sigues planificando.

Señales de alarma de una planificadora excesiva:

– Planificas mucho pero tienes poco que hacer.

– Tienes miedo de no ser perfecta

– Abandonas proyectos con frecuencia

– Tienes un montón de frentes abiertos.

– Te preocupas constantemente por “qué pasaría si”

¿Deberías entonces evitar planificar? No, pero hay una forma en que puedes mantener un balance ante el exceso o la falta de planificación. 

Por-qu-e-no-cumplo-mi-planificación-Alejandra-Duarte-Coach

2 factores que influyen en tu NO ejecución

Factor Nº1 Tu subconsciente:

Un factor determinante que influye directamente en todo lo que no ejecutas es tu subconsciente, el es encargado de protegerte y de que te quedes donde estás porque todo le parece peligroso y no quiere que te lleves una desilusión así que empieza a decirte: “¿En serio?”,  “Si has dejado toda tu vida a medias”, “eres improductiva”, “no lo vas a conseguir”, “Como si eso fuera a suceder”. Puedes ignorar tu subconsciente por un tiempo, pero tan pronto como pasa una semana o dos después de planificar tu año se comporta como un enemigo haciéndote renunciar sin haber empezado.

Factor Nº2 No sabes lo que te funciona:

No te cuentas la verdad, porque has estado tratando de utilizar herramientas que NO SABES si resuelven tu problema, incluso te pregunto, ¿sabes la causa específica de por qué no ejecutas? sin conocer esto, ¿Cómo vas a aplicar una herramienta?, es como decir doctor no sé que tengo pero deme un tratamiento, es imposible solucionarlo así. Sigues comprando las agendas que no usas a lo largo del año, dices que quieres ser productiva pero no sabes ni que es productividad para ti, tienes listas interminables de tareas donde ni siquiera priorizas y por si fuese poco te quejas de que no tienes tiempo, pero vives en redes sociales sin hacer nada.

Por eso tienes un cementerio de planificadores a medias, sin ejecutar.

Por eso tienes un cementerio de planificadores a medias, sin ejecutar.

3 Razones por las que planificas pero no ejecutas

Razón # 1: Establecer metas por las que no estás 100% comprometida y emocionada.

El año nuevo influye mucho, la euforia del momento nos hace decir, ahora lo conseguiré, pero no tienes una razón verdadera de peso por la que quieres ese “objetivo” por ejemplo, quiero facturar más ¿para qué quieres facturar más? Seguramente estarás diciendo , para viajar por el mundo, ser best seller, dar conferencias, si, todo esto esta bien, pero ¿Realmente es lo que quieres con tus entrañas y es lo que si o si va a pasar en tu vida? ¿O es una simple ilusión? Se honesta contigo, no siempre hay que pensar en grande sino pensar en lo que de corazón quieres para ti.

No pongas “tareas” por ponerte, solo son indispensables aquellas que sean tu deseo ardiente, si no lo haces de esta manera entonces vas a postergar indefinidamente porque no tienes la inspiración suficiente.

Si este es tu caso:  Pregúntate: “ ¿Por qué creo que necesito hacer esto? ¿Es esto algo que realmente quiero hacer o simplemente algo que siento que debería hacer? “

Razón # 2: Estableces grandes objetivos … pero no los sigues.

Por que te desvías y te distraes, y no te apegas a tu plan de acción enfocado (si es que lo creaste). Esto pasa porque no le das la prioridad, prefieres hacer otras cosas antes que ponerte a ejecutar tu plan porque lo demás resulta más “simple” de hacer para tu cerebro.

Tu cerebro necesita una dirección clara de lo que tiene que ejecutar cada día, para ello puedes hacer lo que yo llamo “microejecución” y es una pregunta que me hago constantemente, ¿Qué microtarea puedo ejecutar hoy que no me lleve más de 2 minutos en mi negocio? Y enseguida mi cerebro busca la respuesta, hacer una tarea de 2 minutos es mejor que nada, pero que pasa, tu ego te dirá ¿dos minutos? Tu puedes con más, pero que no se te olvide que es solo ego, con que ejecutes 2 minutos es suficiente para empezar a crear el hábito de ejecutar y cuando estés lista vas a por 3 minutos y así progresivamente.

Si este es tu caso:  Ubica un lugar visible donde puedas ver todos los días tu gran objetivo y ponte delante y hazte la pregunta.

Yo por ejemplo, tengo una pared pizarra donde apunté mi gran objetivo anual, puedes hacerlo en un cuaderno si eres más de papel, si eres digital póntelo de fondo de pantalla o más simple post-it en el baño, habitación, etc.

Razón # 3: Algo está fallando en tu proceso de planificación.

Aquí hay tres causas secundarias:

Subrazón n. ° 1: Establecer metas poco claras:

Escribir un objetivo es fácil, pero que realmente se convierta en un plan es el desafío. Uno de los errores más frecuentes que veo en empresarias y emprendedoras es que no tienen claridad de lo que quieren, por ejemplo “Facturar más” “crecer un 10% este año” “conseguir 10 clientes más” nada de eso es ejecutable porque no es un objetivo claro por lo que tu mente se liará y procrastinará.

Subrazón n. ° 2: Establecer grandes objetivos y luego no desglosarlos

Este suele ser el dolor de cabeza de las empresarias que llegan nuevas a mi comunidad. Tener una meta es algo grandioso, pero es solo un punto de partida, tampoco te tienes que casar con el objetivo, pero esto no significa que hay que cambiarlo cada vez que hay luna nueva.

Cualquier cosa que desees conseguir necesita de pequeños pasos que engloban al objetivo general, si por ejemplo quieres tener un cliente la pregunta es ¿qué pasos debes hacer para conseguir ese cliente? Esos pasos son los que te llevarán directamente al resultado.  

Subrazón n. ° 3: Establecer metas y luego tomar una acción no enfocada  o no  bien pensada

Cuando creas un plan para lograr un objetivo final, debes preguntarte específicamente  por qué  existe cada paso de ese plan, pero sin dejarte influenciar por lo que “se está haciendo en otras comunidades” o con otros gurus, cuando tengas tu plan cíñete a el y si te surgen nuevas ideas apuntalas en un cuaderno pero no vayas metiendo “ideas” en tu plan porque se perderá tu visión inicial. Este error penaliza no solo tu plan sino tu motivación y no digo que no sigas tu intuición, todo lo contrario, síguela paralelamente pero ojo que no afecte a tu plan.

Si en algún momento te pierdes, porque a todas nos ha pasado, pregúntate: ¿Por qué hago esto?

A mis clientas suelo ayudarlas a crear un plan de acción, que sea propio y adaptado a sus negocios, porque se que no todas las herramientas funcionan igual para todas y que cuando haces tu plan anual siempre tienes muchas dudas.

Mi proceso de 3 pasos; para que todo lo que planifiques lo ejecutes

Paso Nº1: Enfócate en un solo objetivo al año.

No lo hagas complicado, ¿Para qué te vas a poner 20 objetivos cuando no puedes ni completar 1 al año?  Así tendrás tu plan de implementación lo más simple posible. “A veces, cuánto más intentas hacer, menos lograrás”.

La clave para ponerse un solo objetivo es que ese objetivo sea de ALTO IMPACTO.  Necesitas asegurarte que una vez que tengas tu objetivo establezcas metas mensuales  que te ayuden a escalar hasta el objetivo de nivel superior. Así todo lo que planificas  sea para lograr la excelencia en la ejecución de la estrategia.

Ejemplo: Si tu objetivo es facturar 100.000 euros este año, no te líes con objetivos tipo “quiero 20.000 seguidores, más me gusta” todo eso te desvía del verdadero objetivo.

Paso Nº2: Visualiza el resultado cada día

La inspiración por tus objetivos se mantiene dedicándole energía, yo cada día dedico tiempo a visualizar el resultado que quiero vivir, con color, olores, esto me ayuda aumentar mi propia energía, me imagino incluso los premios y reconocimientos internos y externos que recibiría, como caminaría, cómo me sentiría.

Incluso me pongo música la música que me gustaría escuchar en ese momento de logro, destapando la botella de champagne.

Necesitas dedicar tiempo cada día a visualizar para que tu deseo ardiente se mantenga todo el año.

Paso Nº3: Hazte seguimiento a ti misma

Nadie vendrá a darte una palmadita en la espalda, ni tampoco a verificar que estés cumpliendo tus objetivos verdad? Bueno, depende, yo sí lo hago con mis clientas. Pero si no tienes mentora, necesitas rendirte cuentas a ti misma. La forma de hacerlo simple es preguntándote ¿Qué he cumplido esta semana? Esto es suficiente apuntarlo en tu cuaderno de seguimiento, es todo lo que necesitas para establecer el hábito.

La forma de hacerlo complicado y solo te lo aconsejo una vez hayas establecido un hábito es revisar métricas, por ejemplo, cuantas tareas completaste y cuántas te faltaron por cumplir.

Con estos 3 simples pasos, entendiendo que todo es un proceso y que es más fácil tener una mentora que te ayude, porque te dará una visión que tu no ves, por ejemplo, así seas la mejor cardio-cirujana del mundo ¿podrías operarte a ti misma? la respuesta es NO. Recibiendo guía si te vas a asegurar la ejecución de tu planificación.

¿Cuántas veces has planificado y no has ejecutado? A mi me pasaba y no te sientas mal, a partir de hoy puedes tenerme como mentora para ayudarte cada día a conseguir el objetivo que te propongas. ¿Cómo podemos trabajar juntas? Fácil, pincha AQUÍ  y hablamos.

¿Cuál es el siguiente paso?

–  Seguir planificando, sin ejecutar, sin obtener resultados, frustrándote cada vez más y más. 

– Escribirme para terminar de una vez con tu problema improductivo. ¿Cómo puedes ponerte en contacto conmigo? PINCHANDO AQUÍ