¿Te sientes merecedora de cobrar por tus servicios? Sin ventas no existe un negocio, eso lo tienes claro, pero sentir que no lo mereces a pesar de trabajo que haces, es tu mentalidad.
Sentirte merecedora de los precios que cobras, es la tarea más compleja que vas a realizar en tu negocio. ¿Por qué se te hace tan difícil?
Te pongo un ejemplo, cuando tienes invitados o a tu misma familia ¿Sirves a todos y de ultimo te sirves tú? Si tu respuesta es afirmativa, esto lo pudiste aprender a tu niñez, te enseñaron que primero los demás y luego tú. Ahora de adulta te cuesta cobrar por tus servicios porque primero los demás y lo “peor” para ti.
Te pongo otro ejemplo, cuando te dicen, “pero que guapa estás hoy me encanta lo que llevas puesto” ¿Cuál es tu respuesta? No es nada, esto lo compre en rebajas me costó 2 euros, en vez de decir ¡Gracias, hoy amanecí estupenda!
Yo siempre he contestado a la pregunta ¿Cómo estás? Fabulosa, extraordinariamente fenomenal, porque así me sentía. La falta de merecimiento se relaciona con baja autoestima.
También existen etiquetas sociales positivas y negativas que te pueden frenar al momento de sentirte merecedora:
Negativas: Creída, falsa, aprovechada, etc…
Positivas: Te lo mereces, vas a llegar lejos, amo tus éxitos.
Cualquiera de los dos te puede llevar a la pregunta ¿Lo merezco? Tu mentalidad en ocasiones te dirá que sí y en otras te dirán que no, así que te toca ejercitar tu musculo, así como no puedes adelgazar 30 kilos en 1 segundo, tienes que trabajar esa mentalidad.
Te pongo un ejemplo estás en una habitación encerrada, pides salir pero mantienes la puerta cerrada, lo mismo pasa con tu mentalidad de merecimiento. Si no abres la puerta para que entre lo que tú misma has pedido ¿Cómo lo vas a disfrutar?
Tampoco se trata de ser hiperpositiva y de repetir una y otra vez algo, se trata de estar en sintonía con lo que sientes, si no sientes que mereces algo, a pesar que te repitas mentalmente que sí te lo mereces, no llegará lo que deseas. O, en caso que sí suceda pero no te sientes merecedora de recibirlo, aquello se irá porque no eres capaz de sostenerlo.